Sherlock Holmes es el detective más famoso de todos los tiempos. Alto, delgado, terriblemente inteligente, el solitario inglés sólo hallaba remedio a su aburrimiento resolviendo los casos policiales más complejos.
Estudio en escarlata (1887) es la primera obra de Arthur Conan Doyle en la que aparece Holmes. Un asesinato perpetrado en circunstancias extrañas desconcierta a la policía de Scotland Yard, que busca la ayuda del célebre detective.
En La señal de los cuatro (1890), la investigación de una muerte revela una historia de venganza tramada en épocas y latitudes insospechadas. Es la novela donde Holmes explica la ciencia de la deducción y también reconoce su adicción a la cocaína.
“Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes es una de las buenas costumbres que nos quedan”.
Jorge Luis Borges