La figura de José Antonio Arze (Cochabamba, 1904-1955) reposa entre los acerados enconos e inquebrantables lealtades de una época convulsa. Su vida y obra son un capítulo de la historia del marxismo en América Latina y, como tal, es una historia que dista de ser apacible. Al igual que otras figuras fundadoras, entre las que se cuentan a José Carlos Mariátegui, Luis Emilio Recabarren, Vicente Lombardo Toledano y Julio Antonio Mella, la de Arze está sujeta a polémica. Su involucramiento en la vida política del país y su extensa obra se caracterizan por desafiar los esquemas instituidos. Como cultor del marxismo y de la sociología. Hizo una contribución sustantiva a las formas de mirar e interpretar la realidad del país. En política, le tocó atravesar encrucijadas que dejaron huellas perdurables. La publicación de su obra reunida es una invitación a revisitar las reflexiones de su época.