Somos cíclicas

“Este libro habla de menstruación, de sexualidad, de menopausia, de embarazo, de parto, de lactancia, de duelo. Pero, por sobre todo, habla del trauma de no saber quiénes somos ni qué sentimos, del dolor profundo de estar desconectadas de la tierra, del territorio y del cuerpo. No del territorio como el espacio de seguridad donde habitamos, sino de la tierra que SOMOS.” Violeta Vázquez
Todo en el universo responde a las pautas espiraladas de la ciclicidad. Todo tiene un final, pero también un comienzo. El mercado, para seguir alimentando el sistema productivo, nos necesita rígidas, constantes y lineales, mientras que vivir implica estar en un movimiento cíclico, ya que una vez cumplido un ciclo de vivencia, situaciones y hechos, estos vuelven a ocurrir con otras circunstancias, pero siendo, básicamente, semejantes. Al igual que los uróboros y que todos los seres vivos de este planeta, las plantas expresan fielmente esa ciclicidad constante: la semilla se convierte en raíz, de la que crecen tallo y hojas, dando lugar a flores y frutos, hasta deteriorarse y poder compostarla.
Ni profesionales de la salud ni curanderas, las doulas forman parte de una corriente subterránea de conocimiento que existe desde hace cientos de años. Cecilia Valentini e Isis Coalova nos invitan a “un viaje en submarino” para explorar las profundidades de la salud y los procesos sexuales que atravesamos mujeres y disidencias, incluyendo el aborto y la muerte gestacional, para encontrar la información y las herramientas que hagan del cuerpo un territorio de soberanía.