La carrera literaria propiamente dicha de Daniel Defoe (1660-1731) comienza a los casi 60 años con la publicación, en abril de 1719, de The Life and Strange Surprising Adventures of Robinson Crusoe, of York, Mariner.
En 1715 había escrito un libro de moraleja puritana, pleno de relatos imaginarios y, aparte, biografías de personajes históricos. De aquí a la composición de biografías imaginarias no había más que un paso y a darlo lo impulsó la necesidad de dinero —tenía hijas por casar— y el auge de los libros de aventuras. La inspiración de Robinson Crusoe le llegó a través de las peripecias del marinero Alexander Selkirk, que figuraba en A Cruising Voyage round the World (1718), del capitán Woodes Rogers. Tal fue el éxito de la novela de Defoe (en la portada no apareció su nombre, porque el público debía creer que leía memorias auténticas) que, en agosto del mismo año, publicó una continuación, las Farther Adventures.