Si el Altiplano evoca la imagen espectacular de las altas mesetas bolivianas, también es el hogar de insurrecciones indígenas, campesinas y obreras que, en los años 2000, precipitaron la llegada al poder de Evo Morales, cuyo proyecto de “revolución democrática y cultural” buscaba poner fin a la dominación colonial y recuperar la soberanía de los recursos naturales. Reforzado por una serie de victorias electorales, este proceso de transformación social ha logrado resultados evidentes en términos de reducción de la pobreza, redistribución de la riqueza y refundación del Estado.
Durante más de veinte años, Franck Poupeau recorrió las áridas llanuras y las periferias urbanas del Altiplano. Su libro comienza como una novela, pero pronto entrelaza varios niveles de escritura y análisis, sobre las luchas sociales y las desigualdades, las acciones del gobierno y las formas de autogobierno. Nos lleva al corazón de investigaciones de campo, con sus emociones y dificultades, para intentar entender de otra manera el desarrollo de un proceso revolucionario. Sigue el destino de iniciativas populares en lugares que la política oficial parece no alcanzar, para presentar una narrativa vívida y salpicada de intervenciones relacionadas con la actualidad política.
Frente al encanto de las visiones militantes y los fríos diagnósticos de expertos internacionales, este libro ofrece una visión tanto compleja como coherente de una de las experiencias políticas más destacadas del siglo XXI. En un momento en que ya no se piensa en el futuro de las sociedades más que en términos de colapso, propone una reflexión sobre como inventar aún alternativas políticas y mantener una ideal de revolución popular.
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