En esta biografía de 1974 –inédita hasta ahora-, la escritora Gloria Serrano (La Paz, 1905-1994) esboza, entre sus contribuciones a la comprensión de la obra del pintor David Crespo Gastelú (Corocoro, 1901-1947), algunos de los procedimientos concretos y de las maneras vitales en que fue hecha. Son dos los ejes narrativos que ordenan estos trazos biográficos: en principio, la descripción de la persistente errancia o vagabundeo de Crespo Gastelú al acecho de experiencias pictóricas, impulso que él mismo llamaba su “mal de los caminos” y que veía necesario para una práctica de la pintura en tanto arte que es el fruto de una relación con gentes y lugares específicos, los del Altiplano. Y, además, en un segundo hilo narrativo, Serrano se detiene en las transformaciones de la obra de Crespo Gastelú, que entiende como un Bildungsroman o relato de formación del artista y que transcurre del autodidactismo esforzado a los aprendizajes académicos tardíos y, en ese mismo recorrido, del dibujo (y la caricatura) al mural.
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