Huáscar Cajías Kauffmann. Un hombre multifacético

Las obras suelen ser el reflejo de las personas. Y Huáscar Cajias proyectó su presencia sobre el periódico de una manera determinante. Bajo una mirada retrospectiva, es imposible no ver que Presencia fue forjada a imagen y semejanza del hombre que la dirigía. Cada expresión, sobre todo la opinión editorial del periódico era reflejo de lo que él predicaba, como periodista y como cristiano militante. Serenos y de gran solvencia, sus comentarios sobre temas acuciantes dictaban líneas, reflejo de su compromiso por un mundo menos egoísta y más solidario.
(Harold Olmos Mercado, periodista, Premio Nacional de Periodismo)
Asumiendo una visión de vida, Huáscar Cajías fue un ejemplo de valoración a la justicia, la dignidad y al derecho; y, en la dimensión privada, en su vida familiar se vieron sus frutos.
(Alejandro Colanzi, abogado penalista)
Cajías merece la más profunda gratitud de la UMSA y de la UCB porque no sólo fue un maestro contratado para dar clases, sino un guía que orientaba en los conceptos, en las líneas de trabajo, en el pensum que tenía que tener una universidad, una facultad al servicio de su comunidad y de un país como Bolivia.
(Dr. Armando Villafuerte, ex presidente de la Corte Nacional de Justicia)
Tengo el orgullo de afirmar que tuve la suerte de contar con los mejores catedráticos de derecho del país. Cada uno de ellos influía a su manera a los alumnos que asistíamos a sus clases. Alguien dijo que el profesor mediocre dicta; el buen profesor explica; el profesor superior demuestra; el gran profesor inspira. Ninguno era mediocre, varios eran buenos, algunos superiores, a solo dos calificaría de grandes, uno de ellos era el Dr. Cajías.
(Fernando Salazar Paredes, abogado y periodista)
Aunque la sede principal del órgano electoral se trasladó de San Jorge a la plaza Abaroa y la denominación pasó de CNE a TSE, se escuchan los ecos de la presencia de Huáscar Cajías entre los funcionarios antiguos y en ellos encuentro la permanente evocación de su integridad y bonhomía. La ética profesional rigurosa, el estilo bonachón y campechano, con toques de humor, los resultados efectivos para la comunidad dejaron perdurable recuerdo en la institución y la sociedad. Quizá no haya mejor legado que celebrar en la vida de un hombre.
(Salvador Romero Ballivián, ex presidente del TSE)

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