Para alguna vez cuando oscurece

La conciencia de la materialidad del lenguaje, de la palabra como objeto, «esfera de plomo o plata», es un rasgo distintivo de la poesía de Benjamín Chávez. Por esa conciencia material, la escritura para él es primero un oficio, trabajo en el tiempo y tránsito sobre la tesitura del mundo. Escribir, entonces, no es un don accesorio, sino el único modo de habitar. Escribir es, además, un ethos que ocurre entre la simple tarea de quien «con las manos sucias y la frente sudorosa… imagina sencillas comparaciones entre pulir y escribir» y accede, al tiempo, por la palabra, y casi sin proponérselo, a un cabo de eternidad.

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