Amores de adolescencia evocados con serena nostalgia, jóvenes apenas vislumbradas, reseñas de jazz sobre discos imposibles, un poeta amante del beisbol, un simio parlante que trabaja como masajista y un anciano que habla del círculo con varios centros… Los personajes y las escenas de este esperadísimo volumen de relatos hacen saltar por los aires los límites entre la imaginación y el mundo real. Y nos devuelven, intactos, los amores perdidos, las relaciones truncadas y la soledad, la adolescencia, los reencuentros y, sobre todo, la memoria del amor, porque «nadie podrá arrebatarnos el recuerdo de haber amado o de haber estado enamorados alguna vez en la vida», asegura el narrador. Un narrador en primera persona que, a veces, podría ser el propio Murakami. ¿Es entonces un libro de memorias, unos relatos con tintes autobiográficos o un volumen exclusivamente de ficción? El lector tendrá que decidir.