El hombre, la tierra, la vida y la felicidad, las relaciones que los enlazan en la totalidad de los modos de vida variables en el espacio y en el tiempo, es lo que, desde Estrabón hasta hoy, define la geografía y su modo de desarrollo. Sin embargo, esta no siempre ha tenido un compromiso con “el gran problema de la vida y la felicidad”, debido a los avatares de la historia que han hecho de la vida y de la felicidad un gran problema.
En esa historia, una geografía del hombre siempre se ha enfrentado a una geografía oficial; una geografía situada mucho más próxima de la ideología, hecha y practicada no para sino contra la vida y la felicidad como realización humana.
La historia de la geografía ha sido una historia de los geógrafos. Hay quienes la hicieron o la hacen en dirección de la vida y la felicidad del hombre, y hay quienes la hacen desplazándola hacia la vida y la felicidad de los que dominan. Es, sobre todo, en la reciente historia de la humanidad cuando este antagonismo aparece con más fuerza.