La Teoría Cuántica presenta raras paradojas que molestan al lógico edificio de la física clásica. Según la propiedad de la No-localización, en un nivel subatómico, las partículas parecen conocer lo que hacen las otras. Y el Principio de incerteza, formulado por Heisenberg, traza un límite en la manera como podemos observar la naturaleza. De todos modos, la teoría es muy fiel y ampliamente aplicada, ya que sirve para explicar casi todos los fenómenos químicos y casi todos los de la física. Hasta los filósofos la aceptan. Este libro ofrece una visita guiada por ese ámbito, de la mano de Planck, Einstein, Bohr, Heinsenberg y otros de sus principales intérpretes. Se detiene en la dualidad onda/partícula y en las dos famosas cuestiones planteadas contra la Interpretación de Copenhage: el “gato muerto y vivo” y “la paradoja EPR”, ambas sin resolver aún al final del siglo XX.
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