“Todas las precauciones habían sido tomadas para evitar cualquier posibilidad de fuga, lo que ya era difícil de por sí, por la cantidad de agua que nos rodeaba y separaba de tierra firme. Sólo en esos momentos nos dimos cuenta de que aquella cárcel había sobrepasado todos los límites de seguridad que tenía cualquier cárcel de Bolivia. Ni si quiera las cárceles de la Alemania nazi estaban construidas en condiciones tan infrahumanas como éstas”.
Este libro es un testimonio sufrido por luchadores sociales que fueron perseguidos, apresados sin proceso, torturados, exiliados e incluso desaparecidos y asesinados por luchar por las reivindicaciones o por pensar diferente. Expreso mi justo reconocimiento a las historias de cientos de hombres y mujeres que alzaron sus voces desde los distintos lugares que les tocó vivir.
A la juventud estudiosa, a los dirigentes obreros, mineros, campesinos, a los profesionales, a todos los compañeros que ofrendaron sus vidas, por esa lucha inclaudicable contra los regímenes militares dictatoriales que asumieron el poder por las armas y tanques de guerra, como por el Coronel Hugo Banzer Suarez y del 17 de julio de 1980 a la cabeza del General Luis García Meza.
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