La Descripción… nos introduce a Apolobamba como una guía geográfica: presenta los ríos, las técnicas de navegación, la flora, la fauna, los caminos, los recursos naturales, el clima el ciclo estacional, las “tribus” indígenas, la leyenda del Pititi o la tumultuosa historia de las exploraciones de la región hechas por Pedro de Candia, Pedro Anzures, Diego Alemán, Álvarez Maldonado, Mendoza y las primeras incursiones misionales por Mojos y el río Tuichi.
La relación…, en cambio, se centra en la hagiografía franciscana. En el siglo XVIII, la región de Apolobamba abarca un amplio espacio que comprende desde el río Beni al este hasta Carabaya (la frontera disputada con Perú) al oeste, buena parte de la provincia de Larecaja hacia el sur y, hacia el norte del río Tuichi, la selva que va de la provincia de Ixiamas hasta el actual departamento de pando.
Si en otras obras de Armentia la propaganda misional competía con las pretensiones científicas, aquí se impone en cambio la aspereza de la lógica jurisdiccional. Armentia insiste una y otra vez con la misma tesis: “las Misiones de Apolobamba pertenecían indudablemente a la jurisdicción o distrito de la real Audiencia de Charcas”. En cierta forma la obra entera es una larga demostración del adverbio, pues mostrar que las reducciones pertenecieron legítimamente a Charcas y La Paz es, al mismo tiempo, mostrar que no son peruanas sino bolivianas.
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